Dónde estabas tú

Hace tiempo que nada me impulsaba a escribir en la capital cultural. Quizás porque me he alejado de los temas que acostumbramos a debatir en este canal, pero hace unos días una voz me obligó a sentarme unos minutos para hablar de ella. Primero surgieron preguntas: ¿puede uno enamorarse de una voz?, ¿de una actitud?. He aquí mi experiencia musical casi más freak.

La había escuchado antes, en el auto, en la radio, dos típicos hits que siempre los dejaba correr y me hacían pensar “está bien esta mina”. La verdad es que cuando escuché el disco entero de Francisca Valenzuela me volví un quinceañero, comencé a buscar información en google y todo me cautivaba de ella, hasta las promos de sus shows son remoción pura, actitud, actitud y más actitud. Por las recrestas dónde estaba esta mujer…

Debo confesar que inmediatamente me impulsaron ganas de conversar con ella, es la mina más interesante que he descubierto en el último tiempo y no la conozco. Qué impotencia. El poder y la convicción de su música es sin duda cautivadora, a pesar que puede no gustarte el estilo sabes que estás escuchando algo bueno.

La música puede ser sacada de Fiona Apple o Julieta Venegas o quizás quién más... para mí, es originalidad pura (sobretodo considerando las condiciones de producción de los artistas nacionales primerizos)... Todos se basaron en algo, desde los inicios de la música que los cambios se van produciendo a partir de lo que ya está, una mezcla más o una mezcla menos (o actualmente lucha de bits e interfaz).

El mérito está en hacer buena música; sencilla, directa y personal. Francisca tiene eso y mucho más, originalidad, una voz cautivadora y letras de “aquí vengo yo”, pero con onda, no por dárselas de algo por que si… con look y actitud… y sobre todo con mucho talento y personalidad….sin duda la mujer que hoy en día me quita el sueño.





Nachof